El PRI manda y los medios obedecen: Mandaron censurar protesta de periodistas en Hidalgo



¡QUE VIVA EL PRI COMPAÑEROS! durante la entrega de constancias de mayoría a diputados del PRI, periodistas se manifestaron a favor del foto reportero Juan Witvrun, agredido físicamente el pasado domingo 7 de junio en pleno proceso electoral por personal de campaña del candidato Alfredo Bejos Nicolas. durante la manifestación, militantes del tricolor mostraron su inconformidad de forma violenta. ¡SAQUENSE A LA CHINGADA... PERO USTEDES PINCHES PRIÍSTAS!
Posted by Miguel Ryko on Viernes, 12 de junio de 2015


El viernes 12 un grupo de periodistas de Hidalgo hizo lo impensable. Según mi memoria, no ha existido acción similar en el país: Se presentaron a la sede estatal del PRI, justo cuando este partido celebrara su triunfo en las elecciones federales al Congreso, y en medio de cientos de priístas, seccionales y grupos de choque, alzaron cartulinas exigiendo respeto a su  trabajo. "¡Sáquenlo a la chingada!", dijo uno de los militantes, mientras otros rompían los carteles y empujaban a un reportero que, entre los tricolores, se manifestaba. En tanto otro piquete de periodistas cuestionaba de frente, primero al presidente priísta Ricardo Crespo y luego a la diputada electa por el distrito I de Huejutla, Carolina Viggiano, quien unos días antes amenazara telefónicamente al columnista Anselmo Estrada Albuquerque. Los tambores y loas a los candidatos triunfadores inundaban el patio donde tenía lugar la celebración. Mucho calor bajo aquel techo de policarbonato y la multitud traída desde os barrios distritales para corear los nombres de sus patrones. El evento se diluyó con rapidez. Pero el gremio se instaló en el templete donde unos segundos antes los priístas sonreían. Las y los reporteros  se fotografiaron con las consignas que sobrevivieron, juntos, en señal solidaria. "Respeto a la libertad de expresión".

Pero lo que ocurrió a las pocas horas demuestra la maquinaria autoritaria del PRI-Gobierno hidalguense.


Desde la alfombrada y arcaica oficina de comunicación social del Gobierno del Estado y desde los nerviosos escritorios de la secretaría de prensa del PRI, salieron órdenes irrestrictas  a cada periódico, a cada noticiario, a cada portal de noticias estatal, de no publicar nada de lo ocurrido. Los directores y dueños de estos medios con adiestro bajaron la cabeza y el mandato fue cumplido.

La torcedura de brazo, la coerción, la corrupción, deviene de los "convenios de colaboración informativa" signados entre el poder y la empresa mediática. Cientos de miles y, de tanto en tanto, más de un millón de billetes pagados a los dueños de medios para colaborar con el sistema. Nada sorpresivo. Extraordinario hubiera sido que dejaran a los trabajadores redactar sus notas sobre lo que realmente pasó en la entrega de constancia de mayoría de los diputados electos del PRI de Hidalgo. Noticia nacional y se apura, internacional. "Protestan periodistas en la sede del PRI hidalguense". Aquel puñado de reporteros y reporteras hizo lo que tanto se necesita hoy en día, plantarle cara al abuso de poder.


Pero los medios dejaron solos a sus trabajadores. Las y los periodistas quedamos desprotegidos en medio de la corrupción política entre Gobiernos y empresarios. El dinero que paga la publicidad oficial y los "convenios informativos", precarizan la labor de los reporteros y reporteras. Los empresarios de la prensa ganan millones con esos negocios, pero no son capaces de brindar contratos, seguridad social, prestaciones de ley o salarios dignos a los trabajadores. Es el mismo círculo de explotación que se repite en fábricas y comercios. Más dinero, más producción,  a costa de los derechos de los trabajadores. Esto, claro, no es algo que al Gobierno le importe en tanto tenga para sí la cobertura de sus intereses políticos y financieros.

Ese es el problema de fondo con el periodismo en México. Eso es lo que genera impunidad cuando agreden  o asesinan a un periodista ¿Para qué investigar? ¿De qué manera el medio exigirá justicia si está entrampado en el soborno? Por eso, en el caso de los periodistas hidalguenses recientemente agredidos, los medios prefieren callar sin vergüenza alguna, en vez de respaldar a sus trabajadores. Va de por medio el negocio, antes que la dignidad. Un asco.




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